Los últimos meses he pasado pensando en como me sentiría de saber que ya no tengo veintitantos años. ¿Y saben como me siento? Pues… igual.
Creo que finalmente ayer encontré la respuesta y es que nada cambia, si tu no cambias. Y cada cambio es un sutil proceso que te lleva a mejorar o empeorar de alguna manera. Sin embargo, sí hay un sentimiento dentro de mi que me hace sentir un poquito más completa, un poquito más real. Ese sentimiento se resume en las siguientes premisas:
• No estoy joven, pero no estoy vieja. He llegado al punto al cual todos los niños quieren llegar: a ser adultos y desempeñarse en lo que aman
• Ya no hay después… Los 20s fueron para construir, ahora empiezo a cosechar. No en balde me esforcé estudiando tanto, he trabajado y sigo aprendiendo en tantos lados. Pero debo seguir sembrando… Ahora sembrar y cosechar debe ser un hábito.
• Se vale cometer errores. Esta década que inicio es de equivocarse y levantarse. Todos pasaremos algún momento donde sentiremos que nos equivocamos, cuando eso pase quiero recordar que es normal. Que indica que lo intenté y que nadie me detiene para empezar de nuevo.
• Sigo construyendo mi futuro. Así cómo el físico que tenemos a los 30 depende del cuidado de los 20; ahora estaremos hablando de cosas más serias como la estabilidad económica y el futuro de nuestro hogar y futuras generaciones.
• No necesito permiso de nadie y no es indispensable caerle bien a todos. Ya he pasado la etapa de querer quedar bien con todos y buscar razones para hacer lo que quiero. Al menos, se de mejor manera quien soy que hace diez años y se que cada quien es el único responsable de su vida… Así cómo todos pretenden ser expertos en la tuya.
• Quien te quiere se queda y quien no, te hace un gran bien al alejarse. Los años (y en mi caso, la distancia geográfica que en algunos momentos tuve) sirvieron de filtro para saber que un adiós es necesario para aprender a valorar más a los que se quedan y siguen contigo
• No todos los adiós son permanentes. Bueno, casi nada es permanente… Hay que entender que hay ciclos de vida y todo tiene un momento y respetar las decisiones que cada quien toma
• Podremos tenerlo todo, pero no todo junto. Por eso no podemos dar por sentado nada y ser agradecidos por lo que tenemos.
• Tengo alas grandes. Es mi naturaleza… Más que etapa de vida. Y soy feliz asi… Hay personas con alas y personas con raíces y ambos, nos complementamos.
Asi que ésta década que empiezo, agradezco las decisiones que tome en mis 20’s y los errores que cometí y haré algunas cosas que he querido hacer como escribir el libro que siempre he soñado, seguiré viajando y si Dios lo permite trabajando internacionalmente. Creo que formaré un hogar y tendré hijos (cuando sea su momento, porque hoy aún no lo creo jajaja) y sobretodo seguiré creyendo que lo mas importante de la vida es ser feliz, sino nada tiene sentido.
Y creo que quiero seguir repitiendo lo más importante que los 20’s me enseñó:
“Recibe, agradece y suelta”
para ser luz en nuestro caminar…
¡Bienvenidos sean los 30!
Gladventures 